El sitio constituye uno de los mayores atractivos turísticos de la zona por sus embarcaciones impulsadas con pértigas entre islotes cultivados con verduras y maizales.
"Es una obra fundamental e importantísima" dijo la alcaldesa Claudia Sheinbaum en un acto público, para destacar que la recuperación de los canales.
"Es el rescate del espacio público, de los cuerpos de agua que reflejan nuestra historia, para que no se nos olvide qué esta era una ciudad lacustre", agregó.
"En estos 40 kilómetros se realizará limpieza con excavadoras y máquinas especializadas", expuso por su parte en declaraciones a periodistas José Acosta, alcalde de la zona histórica de Xochimilco.
Dos áreas de reconstrucción
La zona de canales está distribuida en dos grandes áreas, una agrícola y otra de uso mixto turístico-agrícola.
La segunda es la más conocida, por su vocación turística, pues es atravesada por las trajineras, unas embarcaciones de bajo calado y coronadas con coloridos techos adornados con flores y que hacen recorridos por entre los canales que separan las 'chinampas'.
"Cuando realizamos la limpieza de los canales no solamente fortalecemos el ecosistema, sino que al permitir la libre navegación se benefician los productores agrícolas y el sector turístico", señaló el alcalde Acosta.
La visita de turistas genera un beneficio económico para los 'trajineros', como se conoce a los operadores de las embarcaciones, y para los vendedores de alimentos y músicos que acompañan los recorridos, pero dejan toneladas de basura en los canales, lo que además de afectar a la navegación afecta a la fauna y también a la producción agrícola.
Durante la época de la cuarentena por el COVID-19, los espejos de agua de Xochimilco se vieron liberados de la basura, especialmente de plástico, que dejan los turistas, pese a los numerosas invitaciones para que se lleven los desechos al terminar su recorrido.
Turismo en contingencia
Según un balance actualizado hasta agosto, durante los cinco meses de emergencia sanitaria, la limpieza permitió recolectar 16.000 toneladas de basura orgánica y 70 toneladas de basura inorgánica y una cantidad similar de plástico del suelo de los canales.
La zona agrícola y turística, a los píes de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, una ruta por donde entraron los conquistadores españoles hace 500 años, es reconocida por el estado mexicano como un área natural protegida y se estima que recibe cerca de 12 millones de turistas cada año.
Los canales fueron reabiertos al turismo a finales de agosto con estrictas medidas de seguridad que incluyen el uso de gel antibacterial y mascarillas dentro de las embarcaciones.
La jurisdicción sanitaria del barrio histórico aplicó días antes de las fiesta patrias la aplicación de pruebas de coronavirus a más de un millar de remeros de la decenas de embarcaderos, para reforzar las medidas sanitarias.
Sin embargo, a finales de agosto, la alcaldía acordó con las empresas turísticas, principalmente de las balsas trajineras, que para su reapertura funcionará solo a 30% de la capacidad de la flota.