La agencia rusa RIA Novosti conversó en vísperas de la apertura de la Asamblea General con el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la importancia de la presente sesión y sus prioridades, el futuro del pacto nuclear con Irán, la lucha contra la pandemia del COVID-19 y el desarrollo de las vacunas así como la extensión del tratado START entre Rusia y EEUU, entre otras cuestiones.
A continuación se ofrece el texto completo de la entrevista.
— ¿Qué espera usted de la próxima Asamblea General de la ONU dado el hecho de que, por primera vez en la historia, se celebra en formato semivirtual? ¿Líderes o ministros de Asuntos Exteriores de cuáles países participarán personalmente en las reuniones de alto nivel? ¿Tiene usted la intención de reunirse con el presidente de EEUU, Donald Trump?
— Esta será una reunión valiosa e importante de la Asamblea General, donde los problemas cruciales que enfrenta el mundo —desde el cambio climático hasta la pandemia del COVID-19— serán discutidos y atendidos. El propio motivo de que hayamos optado por el formato semivirtual, es decir, la pandemia que afecta cada país y cada región, hace comprender la necesidad de soluciones colectivas a los problemas comunes que todos enfrentamos. Confío en que todos quienes participen en esta sesión estarán preparados para encontrar las soluciones comunes que buscamos.
Pese a las dificultades relacionadas con reuniones personales, estoy en estrecho contacto con numerosos líderes de los países del mundo.
— EEUU ha mostrado últimamente una actitud bastante peculiar hacia la ONU. Interpretó a su propia manera la resolución del Consejo de Seguridad sobre el PAIC, impuso sanciones contra miembros de la CPI, se retiró de la OMS. ¿No socava todo esto la credibilidad de la ONU y qué se podría hacer?
— He declarado constantemente que el Plan de Acción Integral Conjunto es un triunfo de la diplomacia multilateral y la no proliferación nuclear. Creo que los países miembros deben hacer cuanto sea posible para preservarlo. En cuanto al papel mío, el Secretariado se guiará por lo que emita el Consejo de Seguridad.
Y también he dejado claras mis preocupaciones sobre las acciones adversas que apuntan contra la CPI. Confío en que cualesquiera restricciones contra individuos se implementen observando las obligaciones del país anfitrión derivadas del Acuerdo sobre la Sede de las Naciones Unidas.
— Rusia fue el primer país en registrar oficialmente una vacuna contra el COVID-19. ¿Cree usted que la OMS ha de recomendar el uso de esta vacuna? ¿Va a vacunarse usted mismo?
— Las decisiones sobre las vacunas contra el COVID-19 corresponden a los profesionales de salud, incluidos los de la OMS, y espero que examinen las vacunas potenciales con suma diligencia y hagan recomendaciones correspondientes.
— Rusia y muchos otros países han sido en los últimos años objeto de sanciones y restricciones unilaterales. ¿Cómo usted, como jefe de una organización internacional, acoge semejantes sanciones unilaterales, no aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Cuál es su posición? ¿Cree usted que estas prácticas dañan la cooperación internacional?
— En las Naciones Unidas, las sanciones son la prerrogativa del Consejo de Seguridad. Está claro que no existe el consenso entre los países miembros de la ONU con respecto a la aplicación de las sanciones unilaterales.
Al dirigirme al Grupo de los Veinte, el 24 de marzo, también insté a renunciar a las sanciones que puedan socavar la capacidad de los países para responder a la pandemia. Estoy preocupado también, a este respecto, que la postura de los actores del sector privado, que buscan evitar los riesgos, puede continuar impidiendo las transacciones legítimas de la ayuda humanitaria, incluyendo en especial las necesidades bancarias.
— Las negociaciones entre Rusia y EEUU sobre la extensión del Nuevo START no han sido fructíferas hasta el momento, mientras que el propio acuerdo expira en febrero de 2021. ¿Debería este asunto plantearse en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Tiene usted la intención de hablar, dada su autoridad, con los presidentes Putin y Trump para alentarlos a prolongar el acuerdo? ¿Cree usted que China debe sumarse al mismo?
— La extensión del Nuevo START para otros cinco años es una de las prioridades más urgentes en el ámbito del desarme y la seguridad internacional en la actualidad. Permitirá garantizar que se mantengan los límites verificables de los dos mayores arsenales nucleares del mundo y brindará la oportunidad de sentar las bases para negociar otros acuerdos, incluyendo a otros países que poseen armas nucleares.
La prórroga del Nuevo START es un problema que solo las partes del mismo pueden solucionar pero yo animo tanto a EEUU como a la Federación de Rusia a tomar en consideración que el extender el Nuevo START resulta beneficioso, no solo para su seguridad sino, dadas las implicaciones globales del armamento nuclear, será bueno para la seguridad de todos los países y para la estabilidad global.
En cuanto al papel de China, tengo constancia de que China, Rusia y EEUU tienen de momento posturas y entendimientos distintos sobre el problema. La disparidad en el volumen de los arsenales estratégicos es también una diferencia clave.
— Los líderes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU aún no han fijado la fecha de su cumbre. ¿Qué espera usted de esa reunión? ¿Cree usted que los líderes deben adoptar un documento para evitar que el Consejo de Seguridad pierda su prestigio?
— Espero y confío en que los líderes de los cinco miembros permanentes se reúnan en algún momento, cuando sea posible, y saludo todo esfuerzo de los líderes de estos países para cooperar en la solución de los problemas comunes. Creo que la unidad entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad es crucial para un funcionamiento eficaz del organismo.