"Las tensiones [en el Mediterráneo oriental] continuaron creciendo durante el verano [boreal], y la Unión Europea se esforzó para contribuir a una distensión. Sin embargo, puedo constatar que se requieren más esfuerzos, la situación sigue sin mejorar", dijo.
Borrell señaló que la Unión Europea considera que la crisis en el Mediterráneo oriental se puede resolver "solo mediante un diálogo y negociaciones".
"Pretendemos establecer unas relaciones constructivas con Turquía, una distensión. Todavía tenemos varios días para avanzar en esta cuestión, pero en la cumbre [de la UE, prevista para los 24 y 25 de septiembre] deberemos decidir cómo vamos a continuar estableciendo nuestras relaciones con Turquía", afirmó.
Las relaciones entre Turquía y Grecia volvieron a deteriorarse en agosto pasado, después de que Ankara informó que su buque Oruc Reis comenzaba las exploraciones sísmicas en el este del Mediterráneo, un área que Grecia considera su zona económica exclusiva. Poco después Grecia puso a sus Fuerzas Armadas en alerta máxima.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente del Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia, Fayez Sarraj, suscribieron en noviembre de 2019 un memorando de entendimiento sobre zonas marítimas, que provocó disputas diplomáticas.
Turquía publicó un mapa con las zonas marcadas conforme a este documento, según el cual una parte considerable de las aguas que Grecia considera su zona económica exclusiva figuran como turcas.
Atenas acusa a Turquía de estar atentando contra sus derechos soberanos, Ankara a su vez declara que el memorando en cuestión se basa en el derecho internacional.