Desde 2011 hasta la fecha, se oye hablar de la esperada unión de las dos monedas con curso legal en Cuba, el CUP o peso cubano, y el CUC o moneda convertible, cuyo valor es 25 veces más alta que el CUP, y equivalente (en teoría), al dólar estadounidense.
Esta dualidad monetaria fue parte de una política financiera establecida en 1994, como consecuencia del derrumbe del campo socialista, la desintegración de la Unión Soviética (principal proveedor comercial de Cuba en esa época), acontecimientos que provocaron una aguda crisis económica que sacudió a la isla, y que llegó a ver reducido su Producto Interno Bruto (PIB) en un 35%.
Al pagarse los salarios, principal fuente de ingreso de la clase trabajadora cubana, la tenencia o adquisición de los CUC o moneda más fuerte dependía en un alto porcentaje de las remesas en divisas fuertes recibidas del extranjero, o de la capacidad financiera de cada persona de poder comprarlos a razón de 24 CUP por cada CUC, una opción reducida teniendo en cuenta que hasta que se anunció el aumento salarial en junio de 2019, los cubanos tenían un salario promedio que apenas llegaba a los 700 pesos mensuales (unos 26 CUC).
Aun después del incremento salarial del año pasado, cuando el salario medio mensual por trabajador se elevó a 1.067 pesos (unos 42 CUC), la situación individual del cubano siguió en crisis porque la mayor parte de los productos disponibles en las tiendas, las opciones turísticas y recreativas, el uso de bares y restaurantes, entre otras aristas de la vida, deben pagarse en la moneda fuerte, algo impensado para el que depende de lo que gana con el sudor de su frente.
A pesar de la crisis sostenida, que se agrava con el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, el Gobierno de la isla mantiene los programas gratuitos de educación, salud y seguridad social, subvenciona la práctica del deporte, la investigación y la ciencia, para intentar garantizar los temas esenciales de cada ciudadano.
Beneficios de una sola moneda

El pasado 17 de julio, el presidente Miguel Díaz-Canel adelantó que ya se trabajaba en los resultados de los últimos análisis para completar toda la envergadura que abarca la tarea de unificación monetaria y cambiaria, "para aprobarla en el menor tiempo posible, y también implementarla cuando esté aprobada en todo su conjunto".
Desafios y riesgos
Los principales riesgos y desafíos de la unificación de las dos monedas legales en Cuba estarán en tratar de acercar al CUP (única moneda que quedará vigente) a una tasa de cambio que pueda ser reconocida en su comparación con las divisas internacionales.
Ahora solo queda esperar cuándo llegará el Día Cero. Mientras, en las calles y las redes sociales corren rumores, comentarios, especulaciones, que muchos días después son desmentidos por las autoridades cubanas, pero que en tiempos de pandemia del COVID-19 han provocado el abarrotamiento de bancos y casas de cambios, ante el temor de la gente (por desconocimiento o insuficiente información) de perder el dinero que guardan en sus casas.