El fondo del lago está cubierto de cristales de sal, pero no es la sal lo que le da el color rosa. Lo pintan los crustáceos de río Artemia salina que viven en aguas cuya salinidad oscila entre 10 y 300 gramos por litro. La mineralización del lago Burlínskoye es de 253 gramos por litro. Y en tiempo seco y caluroso, los crustáceos excretan un pigmento rosa.
La profundidad máxima del lago es de unos dos metros y medio. Desde el siglo XVIII, se ha extraído sal del Burlínskoye: en el fondo hay unos rieles por los que circula una máquina que recoge la sal.
El lago se ha convertido en una atracción turística. La gente viene aquí no solo por unas vistas impresionantes, sino también con fines terapéuticos.