"El número de personas infectadas crece día a día. Hace dos semanas había unos 350 casos de infección por día, y ayer ya teníamos más de 850. El desarrollo es particularmente dramático en Viena, donde se registra alrededor del 50% de todas las nuevas infecciones en Austria. Y pronto alcanzaremos la marca de 1.000 nuevas infecciones por día", declaró el político.
Asimismo, el canciller expresó la esperanza de que el próximo verano sea "en gran medida normal" en Austria, pero se espera que el otoño y el invierno sean difíciles.
"Por lo tanto, todos estamos llamados y obligados ahora a dominar los desafíos de los próximos meses juntos, con la misma disciplina y consideración que en primavera", declaró.
Días antes, Kurz había afirmado que las autoridades austriacas reforzarían las medidas para combatir la propagación del coronavirus a partir del 14 de septiembre debido al continuo aumento del número de nuevas infecciones. El régimen de uso de mascarillas se vuelve más duro: ahora es necesario volver a tapar la nariz y la boca en casi todos los lugares públicos. Las medidas más estrictas también afectarán a las actividades. Un máximo de 50 personas en el interior y 100 personas en el exterior podrán participar en eventos sin asientos para espectadores.