Según el grupo, autodenominado Alianza Federalista, la Conago ha perdido su función de diálogo y negociación frente al Gobierno federal. Al respecto, Enrique Gutiérrez Márquez, director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, recordó que la Conferencia ha servido como un espacio para construir una agenda común entre los mandatarios estatales.
"Cuando Fox llega a la presidencia en 2000, se encuentra con un panorama complejo: un congreso dividido y 19 gobernadores de oposición. Precisamente los gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) construyeron la Conago como un mecanismo para negociar y construir un bloque que hiciera contrapeso al presidente de la república", expuso.
Ese cambio también dio comienzo a un proceso de descentralización de las tareas del Gobierno. Algunas responsabilidades, como la educación pública, pasaron a la jurisdicción de los estados, por lo que la Conago también sirvió como un mecanismo para garantizar que los gobiernos estatales tuvieran recursos para cumplir con esas tareas.
Gustavo López Montiel, profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), explicó que en ese marco las funciones de la Conferencia Nacional de Gobernadores tenían sentido. Pero, en la actualidad, la administración de Andrés Manuel López Obrador ha dejado clara su intención de centralizar nuevamente varias de las funciones entregadas a los estados, lo cual explica la postura de los miembros de la Alianza Federalista.
Para el profesor del ITESM, López Obrador ha mermado las tareas de la Conago al propiciar negociaciones uno a uno con los gobernadores. El bloque saliente, indicó, está compuesto por los mandatarios estatales que han confrontado al presidente por la falta de recursos. Varios de ellos, además, son militantes o se asocian con los partidos de oposición al Gobierno federal.
"En el actual contexto político, creo que ellos ganan más saliéndose de la Conago, porque pueden ejercer más presión y, tal vez, generar alguna respuesta más que permanecer en ella. Aquí el cálculo es que, estando fuera, tal vez puedan lograr algo que no lograron estando en la Conago. Y si no ganan algo, al menos mantienen su actitud crítica con respecto al presidente", sostuvo.
A su vez, Enrique Gutiérrez expuso que la ruptura de la Alianza Federalista con la Conferencia Nacional de Gobernadores se explica por el actual contexto electoral.
"Formalmente, las elecciones ya iniciaron en México y, al día siguiente, salen estos gobernadores de oposición a romper con la Conago. Me parece una estrategia mediática, que se vincula al llamado de algunos sectores para construir un frente amplio para frenar a Morena y al presidente López Obrador, quien todavía trae niveles de aprobación muy altos. Así que, si quieren competir en las elecciones y evitar que Morena se lleve el carro completo en el Congreso y las gubernaturas en juego, es claro que algo tienen que hacer", aseguró.
La Conago es una instancia que fue creada para el diálogo entre pares, por lo que la salida de los miembros de la Alianza Federalista implica dar la espalda a sus compañeros de cargo. Sobre esto, el académico de la Universidad Iberoamericana agregó que, por ese motivo, la postura de este grupo en realidad no apunta hacia el presidente, pues él no tiene cabida formal en ese foro.
Ambos especialistas coincidieron en que, a pesar de la salida de los 10 mandatarios estatales, la Conferencia Nacional de Gobernadores se mantendrá en funciones. No obstante, señalaron que los resultados de la elección de 2021 pueden ser un elemento que determine el futuro de esta organización.
"Es muy probable que haya un reacomodo, en términos de cómo los gobernadores se organizan, ya sea por los partidos de los gobernadores, o por intereses y temas comunes. Tal vez la Conago no va a desaparecer, sino que se puede rearticular", propuso López Montiel.
"La Conago podrá seguir funcionando, probablemente diezmada, pero una vez que en 2021 se renueven varios de estos gobernadores, algunas de las entidades que habían salido puedan sumarse. Así como no hay nada que les impedía salir, tampoco hay nada que les impida volver… aunque cabrá esperar si los gobernadores electos quieren reintegrarse o algunos más se salen. Incluso podría esperarse que alguno de los gobernadores que acaba de salir se arrepienta y busque regresar", apuntó.