A pesar de los importantes esfuerzos que representó el Brexit, tanto para la Unión Europea (UE) como para el Reino Unido, la relación vuelve a tambalearse. Las condiciones del polémico divorcio vuelven a estar amenazadas y la incertidumbre por el vínculo futuro de las dos partes está en uno de sus puntos más altos.
Si bien la propuesta legislativa permitiría conservar un libre tránsito vital para el comercio interno británico, atenta contra los compromisos asumidos en el acuerdo firmado con la UE.
Bruselas no demoró en responder y amenazó con iniciar acciones legales y finalizar las negociaciones del acuerdo pos-Brexit, el cual definirá el futuro de la cooperación con Gran Bretaña.
Según explicó a Sputnik el profesor Roberto Durán, la errática política de Downing Street radica en diferencias a la interna del gobernante Partido Conservador, que se asemejan a las que había en el gobierno de la anterior primera ministra Theresa May.
A nivel económico esta falta de una dirección clara amenaza a sectores estratégicos como el informático, la industria del software o la ganadería. Estos rubros actúan como motores de empleo y generación de valor de las islas, donde la cooperación europea es fundamental, y en los que Londres guardaba expectativas que no se han cumplido.
"Se creía o se suponía que la salida de Gran Bretaña de la UE iba a tener como resultado una inyección de recursos propios en esos rubros, mucho más grande si estaban fuera de Europa que si estaban dentro. Y parece que no es así", explicó Durán.
Por esto, añadió, el Gobierno británico cuenta con "dos o tres meses" para tomar una decisión, puesto que luego un acuerdo será improbable.
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