Según el medio, los especialistas del Instituto de Farmocología y Toxicología de las Fuerzas Armadas de Alemania analizaron la sangre y la orina de Navalni, así como los rastros en la botella que llevaba el bloguero, y llegaron a la conclusión de que lo envenenaron con una sustancia militar de la familia Novichok más fuerte.
El 7 de septiembre la clínica berlinesa Charité, donde Navalni recibe tratamiento, comunicó que el activista salió del coma médico y estaba siendo desconectado paulatinamente del aparato de ventilación mecánica.
Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia del grupo Novichok, incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre Armas Químicas.
Desde Moscú tildaron de infundadas las declaraciones alemanas sobre lo ocurrido con Navalni y dijeron que esperan las respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.