"Si se echa una mirada a la historia global de la desaparición de las especies, veremos que con mayor frecuencia dejan de existir aquellas que tenían un hábitat reducido (...). En Rusia la mayoría de las especies habitan en áreas extensas, por lo cual desde el año 1970 no ha desaparecido ninguna. La numerosidad de muchas se redujo sustancialmente, pero no hablamos de desaparición", dijo.
La mayor reducción se produjo en la población rusa del saiga: de 800.000 a 5.000 ejemplares. También disminuyeron las poblaciones del tigre del Amur y del leopardo, pero la labor de restablecimiento del hábitat y de la numerosidad de estos felinos da buenos resultados, constató.
"En la situación más deplorable se encuentra el esturión de Sajalín (Extremo Oriente de Rusia), es una especie en peligro de extinción", reveló.
Según los datos del informe mencionado, Rusia figura entre los más afortunados países desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad.
De 1970 a 2016 en el país se redujo el 24% el número de las poblaciones que es necesario monitorear. Además, un 50% del territorio ruso se cataloga como paisaje natural, o que existe antes de que la cultura humana actuara sobre él. Rusia figura entre los cuatro países líderes en este indicador.