Desde que Almagro decidió no renovar el contrato del secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, por supuestas denuncias de acoso laboral, la Comisión afirmó que está en "crisis" y denunció que el líder de la OEA pretende "atacar su independencia y autonomía".

"Algunos estados que integran la OEA han expresado incomodidad por la función de la CIDH de supervisar la situación de derechos humanos. Diferentes gobiernos, sin importar su ideología, en diferentes momentos han expresado su disconformidad. Por ejemplo, el año pasado Paraguay, Chile, Argentina, Colombia y Brasil estaban liderando un proceso para reformar el funcionamiento de la comisión. A los estados no les gusta que los órganos internacionales encargados de monitorear la protección de derechos humanos les marquen las deficiencias y les señalen en donde están fallando", afirmó Galvis Patiño.
Por su parte, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, pidió a través de un comunicado que la OEA resuelva la crisis generada ante el rechazo de Almagro de renovar el mandato de Abrāo.
Bachelet pidió diálogo entre ambas instituciones, diciendo que es importante que la establecida "independencia, autonomía y efectividad'' de la CIDH no queden afectadas por la disputa.
Pretexto
Por su parte, Galvis Patiño afirmó que se utilizan estas denuncias como un "pretexto" para influir en la autonomía de la comisión.
"Lo que sorprende es que el secretario general no consultó con la Comisión. El pleno de la Comisión por decisión unánime renovó por cuatro años más el mandato de su secretario ejecutivo y entre enero y agosto Almagro no expresó ninguna inconformidad y solo un día antes de la renovación del contrato cambió de parecer. Entonces, parece ser un pretexto para intervenir en la independencia de la comisión", dijo.
"Legítimamente uno podría preguntarse si su preocupación son las personas que trabajan en la CIDH, por qué no se ha dado el trámite a esas denuncias. En la OEA hay procedimientos para atender estos reclamos. Eso para nada implica desconocer que, si hay quejas, hay que tramitarlas por los canales formales", afirmó.
Explicó que hay un inspector para este tipo de denuncias. "Pero en la inspectoría de la OEA no estaba en trámite ninguna denuncia individual entonces eso es lo que ha sorprendido. En los últimos 20 años de historia ningún secretario había tomado la decisión de intervenir de esta manera en la autonomía de la Comisión", agregó.
Declaraciones de Almagro
Almagro dijo el 28 de agosto que existe cierta "campaña de desinformación" que intenta hacer creer que él está vulnerando la autonomía de la CIDH.
Afirmó que le "llama la atención" que en la CIDH consideraran que la persona más apta para el cargo es alguien con 61 denuncias pendientes.
"Estos días me han hecho pensar mucho en la situación de las víctimas de acoso laboral (…) La situación que viven, cómo el sistema los invisibiliza, los enmudece, los aplasta. Cómo de pronto son lo menos importante de todo. Como el acusado mueve el sistema, como el sistema lo arropa sin importar nada y aún menos los derechos de las eventuales víctimas (…) Eso ya no es complicidad pasiva, eso es encubrimiento activo", agregó.