La lista elaborada por la Escuela Superior de Economía de Rusia evaluó tres factores importantes: la situación en el mercado laboral, la recuperación económica y la infraestructura digital presente para funcionar durante la pandemia.
Las autoridades moscovitas apoyaron a más de 40.000 empresas con ayudas que, en términos absolutos, ascendieron a más de 1.000 millones de dólares. Según el vicealcalde de Moscú, Vladímir Yefimov, esta suma puede equipararse al volumen de la financiación anticrisis otorgada por Madrid, Berlín y Tokio.
"A medida que la recuperación de la economía moscovita siga adelante, los resultados de esas investigaciones y los consejos enviados por las empresas mejorarán la eficiencia de esos procesos", aseveró.
La economía rusa resiste mejor la pandemia
La política económica aplicada por las autoridades federales ha dado frutos aún mayores a pesar de que recientemente Rusia registró más de un millón de casos de COVID-19. Su economía va superando la pandemia mejor que la mayor parte de los grandes mercados emergentes. Y los analistas vaticinan que su rendimiento podría mejorar, destaca la agencia Bloomberg.
"Si no hay más shocks, habrá una ola de mejoras en el pronóstico para la economía de Rusia este año", señaló.
Renaissance Capital, que tiene oficinas en Londres, Nueva York y Johannesburgo, es una de las compañías que miran con optimismo la economía rusa. La empresa pronostica una contracción del 3,3% este año y un rebote del 3,8% en 2021, cuando los indicadores clave como el empleo deberían volver a los niveles registrados antes de la crisis, según el asesor económico del presidente ruso Maxim Oreshkin.
Rusia incluso podría cumplir en el 2020 el objetivo del Kremlin de ser la quinta economía más grande del mundo por paridad de poder adquisitivo.
Debido a las sanciones que se impusieron a Rusia en 2014 actualmente el país depende menos de los flujos de capital externo. Por ello, los impactos de la pandemia afectaron menos a su economía, explicó a la agencia la economista en jefa adjunta Elina Ribakova del Instituto de Finanzas Internacionales en Washington.
Rusia no está exenta de debilidades
Pese a los elogios de Bloomberg, Rusia aún sigue teniendo ciertos puntos débiles en su economía. Uno de estos es su moneda nacional, que es muy susceptible a las turbulencias económicas y geopolíticas. Recientemente el tipo de cambio de la moneda rusa respecto al euro por primera vez desde 2016 superó los 90 rublos. En relación al billete estadounidense, la divisa rusa también se depreció, situándose en más de 76 rublos por dólar.
"Es decir, los riesgos políticos no han cambiado. Además, los precios del petróleo continúan cayendo. Es necesario tener en cuenta que es la exportación de hidrocarburos la que se atribuye una parte muy considerable en la estructura de ingresos rusos", recordó el experto.
Según Kórenev, los inversores perciben todos estos factores como riesgos elevados y, como resultado, abandonan el rublo e invierten en valores de países occidentales y en oro, entre otros instrumentos.