"Instamos a las Naciones Unidas a enviar de inmediato una misión internacional de observación a Bielorrusia para documentar la situación en el terreno", declaró Tijanóvskaya en una reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU.
También pidió que la organización condene el uso de la fuerza excesiva por los servicios de seguridad bielorrusos contra los manifestantes y llamó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a que mantenga una sesión especial para discutir la situación de los derechos humanos en su país.
Bielorrusia es escenario de protestas desde el 9 de agosto, por los resultados de las elecciones presidenciales que revalidaron un nuevo período para el actual mandatario, Alexandr Lukashenko.
En los primeros días que siguieron a la votación, los agentes de seguridad dispersaron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras a los manifestantes que protestaban por un supuesto fraude electoral. Miles de personas fueron detenidas, centenares resultaron heridas y al menos tres fallecieron.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y por ello exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.