El Día Internacional de la Mujer Indígena se estableció con el objetivo de centrar la atención en la realidad de las indígenas. La decisión se tomó en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, realizado en Bolivia el 5 de septiembre de ese año, fecha en la que se conmemora el asesinato de la dirigente aymara Bartolina Sisa cuando lideraba una sublevación indígena contra la corona española en 1782.
Carrizo es referente de la comunidad Vilela, ubicada a unos 250 kilómetros de la capital provincial de Santiago del Estero. También representa al Movimiento Campesino e Indígena de Santiago del Estero (MOCASE), y de la Vía Campesina a nivel regional.
Colonialismo presente
"En la zona norte de nuestro país la violencia contra las mujeres y las adolescentes en particular es por parte de algunos que se dicen ser hombres criollos que van a chinitear: ir a buscar una mujer, abusarla, violarla entre dos o tres", detalló Carrizo sobre el delito y el término de origen colonial.
"Esta es una campaña que hacemos también de forma regional como movimiento nacional campesino indígena. En las provincias de Salta, Jujuy y Santiago del Estero la hemos lanzado hace varios meses para que se visibilice y erradique y no queden impunes las situaciones que están padeciendo muchas mujeres", reclamó.
Carrizo contó que además de la vejación física y sus consecuencias emocionales y psicológicas, las víctimas y sus familiares también sufren posteriormente la indiferencia cuando no el desprecio institucional.
"Algunos funcionarios han defendido eso como algo cultural. Como que a la hora de hacer denuncias, de ir a llamarlos para que se intervenga, las respuestas en algunos casos van por la cuestión cultural, como que 'ustedes están siendo violadas y eso tiene que ser así'", repudió la activista.
"No hay margen para continuar con esta situación de violencia, son generaciones y generaciones que han venido haciendo eso. Basta. (…) Quieren que se naturalice que los pueblos originarios tenemos que quedar callados por los atropellos hacia nuestro territorio y también hacia nuestro cuerpo. No es natural", sostuvo.
Si bien la campaña tiene su principal punto de acción en Argentina, existen situaciones similares que se repiten en otros países de la región, donde la cultura patriarcal pone al hombre blanco, burgués y capitalista en la cima de la pirámide, y a las mujeres racializadas abajo de todos.
No es (solo) un día más
Durante la semana Carrizo se traslada hasta Quimilí, ciudad cabecera del departamento de Madero, en Santiago del Estero.
Su comunidad está compuesta por 13 familias, unas 85 personas en total, de las cuales 51 son mujeres.
"Somos del pueblo originario Vilela. Hemos hecho toda una reconstrucción de nuestra identidad y raíces. En 2004 comenzamos a autorreconocernos y así hemos seguido hasta el día de hoy", reivindicó.
Consultada sobre la necesidad de contar con un día específico más allá de 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, afirmó que "es un día especial, como una oportunidad y un reconocimiento a la existencia de las mujeres en la diversidad que hay de pueblos originarios".
"A pesar de pequeños avances y reconocimientos quedan muchas cosas por decir. En lo que se refiere a la cuestiones estructurales y sobre todo en lo que hace a la tenencia de la tierra, es histórico y continúa", ejemplificó.
En estos días, están intentando llevar adelante en el país los relevamientos territoriales en pueblos originarios en varias provincia, lo que implica "decisiones políticas por parte de algunos gobernadores" y donde ya se han realizado los relevamientos, "incorporarlos en el marco de los catastros provinciales", mencionó.
Carrizo informó que que hay proyectos en discusión pero que llevan más de seis años y no terminan de aprobarse.
La entrevistada remarcó que "la pandemia ha puesto de relieve la situación de quién controla el alimento, cómo se abastecen los pueblos locales, de dónde proviene la alimentación y eso ha quedado más visibilizado".
Las comunidades indígenas, campesinas y las poblaciones rurales son las que producen para el mercado local y las que menos conflicto con la alimentación han tenido, afirmó.
Carrizo contó que durante la pandemia "estamos dando una mano, ayudando a los barrios de ciudades con algunos de nuestros productos, carne, zapallos, hasta leña de los montes defendidos".