Aunque se trate tan solo de una maqueta que representa tan solo el 4,7% del tamaño que tendrá la aeronave final, es un hecho histórico para la industria de la aviación. Y es que ha demostrado la viabilidad de esta novedosa configuración y que una aeronave con un fuselaje tan extraordinario puede efectivamente ser controlada.
Aunque la maqueta con una envergadura de unos tres metros realizó el vuelo en julio, el vídeo ha sido publicado tan solo en septiembre. Según destacan sus creadores, de la Universidad Técnica de Delft, en los Países Bajos, esta configuración permitirá ahorrar hasta un 20% de combustible en comparación con aeronaves más convencionales. Eso se debe a que tiene una menor superficie total, lo cual lleva a una mejor aerodinámica y menor resistencia al aire.
A pesar de las dificultades a la hora de mantener la estabilidad de vuelo, y al hecho de que se dañó un tren de aterrizaje al tocar el suelo, "podría decirse que se trata de una prueba exitosa", resumió Roelof Vos, el jefe del proyecto de la V voladora.
Este vuelo también tiene un gran valor para los investigadores porque les permitió recopilar nuevos datos que les ayudarán a solucionar los problemas que fueron experimentados. Así, se dieron cuenta de que el centro de gravedad se ubica demasiado lejos hacia la parte trasera, y este será solo uno de los aspectos que serán mejorados para el siguiente vuelo que la maqueta realizará en 2021.