Estos exámenes psicotécnicos generan un gran debate entre la población. Hay quien piensa que son pruebas antiguas y obsoletas, algunos creen que no sirven para nada y otros que son pruebas imprescindibles para validar si un conductor está en sus plenas capacidades para ponerse al volante. La realidad es que este modo de evaluación se basa en pruebas electromecánicas que ya estaban en vigor a mediados del siglo XX, cuando estudiosos de la psicomotricidad como Germain o Lahy, diseñaron unos equipos que medían la capacidad de coordinación de las personas en distintas tareas.
"Los equipos en los 80 eran electromecánicos. Un amigo y yo intentamos como aficionados hacer uno similar y al final yo como ingeniero me fui a Londres y trasladé las pruebas electromagnéticas a una pantalla de un ordenador", explica a Sputnik su creador.
Desde entonces, su descubrimiento se sigue utilizando 32 años después. De hecho, desde su implantación, el 70% de los centros que han adquirido los equipos para realizar psicotécnicos en España han comprado los de Ortiz, confiesa. Él fue el primero, pero no el único que supo abrirse camino en este terreno. El ingeniero asegura que llegaron a aparecer hasta 27 casas que le copiaron la idea: "Veían un ordenador personal y todo el mundo empezó a construirse sus propios psicotécnicos en una semana, y aparecía algo muy parecido, pero realmente eran equipos manipulables que no daban la talla".
La polémica llevó a tomar cartas en el asunto a la Dirección General de Tráfico, al Colegio de Psicólogos y hasta la propia Administración, pero no fue hasta 1987 cuando se publicó el Real Decreto del Ministerio del Interior sobre la comisión de normalización de equipos. De las 27 empresas, únicamente ocho quedaron en pie tras el filtro gubernamental. Y de esas ocho, solo tres llegaron a la final. Una de ellas, la granadina AMI-Test, tuvo que cerrar muy poco después. De las dos últimas, una era la de Fernando, L.N.Deter y otra la valenciana General ASDE, su competencia.
Y aunque podría ser un videojuego sacado de la mítica serie de Stranger Things, lo cierto es que a día de hoy sigue funcionando con toda eficacia. En el siguiente vídeo se aprecia cómo es el programa del examen psicotécnico que mide la coordinación bimanual del conductor:
La DGT quiere renovar el modelo
Ángel Pingarrón, psicólogo y propietario de un centro médico para conductores y vicepresidente de la directiva de la asociación nacional de centros médicos Asecemp —la más representativa del sector—, preguntó a la DGT si tenía inquietud de modificar las pruebas psicotécnicas y le dijeron que a principios de año 2020 habían hablado con Sanidad para tocar este asunto pero que la pandemia dejó todo en el aire.
Según su versión, la DGT estableció un contacto protocolario con la Sanidad española para darle una vuelta a este tipo de pruebas, pero "en mi experiencia, si no existe detrás del impulso una iniciativa privada, Sanidad no va a meterse en estos asuntos de una forma voluntaria", aclara el psicólogo.
"Lo que está claro es que cualquier test tiene que tener una validez aparente: toda prueba psicológica tiene que cumplir dos requisitos básicos para poderse aplicar: haber acreditado que posee validez y fiabilidad. La validez mide aquello que dice medir y fiabilidad quiere decir que midiendo aquello que se quiere medir lo mide con una razonable estabilidad. Hay que demostrar que lo cumple", explica Pingarrón, quien asegura que a pesar de la antigüedad de estas pruebas a día de hoy siguen siendo totalmente eficaces.
"Puede parecer un videojuego, pero es una prueba eficaz para demostrar lo que se pretende demostrar. Ahora bien, es una prueba que a juicio de quien no entiende nada de este asunto, puede ser un juego de niños, con poca fiabilidad aparente pero lo cierto es que sí está demostrado que es fiable. Da igual que sean juegos y que tenga 30 años, como si tienen 60, el caso es que, si se demuestra que las personas que se desenvuelven bien esas pruebas van a conducir bien, lo demás es secundario", defiende Pingarrón.
No obstante, el psicólogo cree que podrían mejorarse: "Si además de eso se pueden diseñar unas pruebas más adaptadas en la estética del momento, ganaríamos validez aparente para que la gente se tome más en serio su ejecución. Sería un valor añadido al que ya tienen acreditado desde hace años", añade, "no me parece imprescindible, pero si se aplican estéticas más acordes al momento, estaría bien", explica Ángel Pingarrón.
Europa sigue reacia a adoptar el modelo español
"El modelo español es una bendición que es mejorable, sin la menor duda", asegura Pingarrón. A pesar de ello, la Unión Europea sigue sin confiar del todo en este sistema. La mayoría de los países europeos tienen que pasar un examen médico para comprobar que el conductor está en sus plenas facultades para conducir, pero ni todos lo hacen del mismo modo ni obligan a pasar de nuevo los controles periódicos que tiene en vigor España, como es el caso de los países nórdicos. En Alemania, sin embargo, no hay reconocimiento médico —solo hay que pasar un psicotécnico si se ha tenido varios accidentes o si le han multado muchas veces, pero no de forma preventiva— y hasta hace poco el carnet no tenía caducidad, sino que duraba para toda la vida. Además, mientras que Alemania pone puntos en relación a las imprudencias que se comentan, España se los quita. Pero, ¿por qué hay tantas diferencias entre dos países en los que se permite conducir con el mismo carnet?
"El modelo español de centro médicos no lo hay en el resto de Europa y de hecho en la Unión Europea ha costado mucho trabajo mantenerlo porque era muy disruptivo con las fórmulas locales existentes", asegura Ortiz.
"Solo Portugal y algunos países de Latinoamérica como Colombia o Perú han adaptado este modelo para ver si un conductor es apto o no para conducir. A pesar de ello, España ha terminado por demostrar que el modelo español contribuye a reducir por si sólo la accidentabilidad", manifiesta Fernando Ortiz. No obstante, varios países del este e incluso Rusia están mostrando mucho interés, "nos han pedido equipos psicotécnicos para evaluar los resultados", asegura.
Se reducen las muertes
Echando un vistazo a las estadísticas, vemos como el número de víctimas mortales y de accidentes se ha reducido exponencialmente en las últimas tres décadas mientras que el número de vehículos en carretera ha aumentado. Según datos de El País, en 1990 hubo 5.940 muertos con cerca de 16 millones de vehículos y veinticinco años más tarde, en 2015, hubo un total de 1.131 muertos con 32 millones de vehículos.
La implantación del psicotécnico puede ser uno de los factores que hayan ayudado a disminuir ese porcentaje, pero tal y como coinciden los dos expertos, este elemento no es el único. De esas cifras, es muy difícil saber con certeza qué porcentaje se debe al modelo español que examina a los conductores. Lo que sí se sabe es que otros elementos como la mayor participación en la educación vial y las mejoras de la carretera han ayudado a disminuir el número de accidentes en carretera.
"¿Qué disminución de muertos resulta de hacer el psicotécnico? No se puede saber a ciencia cierta. Si hubiera quedado más claro, el modelo español se habría adaptado ya en más países", concluye Ortiz.