"La Agemed [Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología en Salud] ha aprobado su importación, pero para el uso específico de influenza H1N1; no está aprobado para COVID-19", dijo el jefe nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto.
Algunos municipios, como los de las ciudades de El Alto, vecina a La Paz, y Sucre (sur), anunciaron inclusive que prevé iniciar en los próximas semanas la distribución gratuita de Avifavir dentro de paquetes de medicamentos para personas positivas de COVID-19 que no reciben atención hospitalaria.
Influenza por ahora
Prieto dijo que el Gobierno boliviano se guiaba por normas internacionales que regulan la introducción de nuevos fármacos, incluidas certificaciones de entidades como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.
"El producto Avifavir tiene su aprobación posiblemente para Rusia, pero no para nuestro país (por el) tema específico de no haber cumplido los requisitos indispensables para su uso contra COVID-19", afirmó el jefe de Epidemiología.
La empresa Sigma y la Federación de Asociaciones Municipales, que representa a los 349 gobiernos locales de Bolivia, firmaron el 2 de septiembre un acuerdo para impulsar el uso de Avifavir contra la COVID-19.
Sigma dijo que espera recibir hasta fines de septiembre un primer lote de Avifavir, destacando que además de combatir la influenza había mostrado en pruebas clínicas y de laboratorio una alta efectividad para combatir al nuevo coronavirus causante de COVID-19.
La empresa ratificó que espera iniciar antes de fin de año la producción de ese fármaco en su planta ubicada en la ciudad de Cochabamba (centro), para distribuirlos en siete países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Honduras, Paraguay y Uruguay.
El acuerdo para la fabricación de Avifavir en Bolivia fue firmado a fines de julio entre Sigma y la compañía rusa que desarrolló el fármaco, Chromis, una asociación entre el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI) y el grupo ChemRar.