Hay más de 175.000 hectáreas en llamas en distintas regiones de Argentina, que van desde la zona del Delta del Paraná —que comparten las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos— hasta Córdoba y el norte argentino. El total del territorio afectado es cinco veces el de la capital. Pero ¿a qué se debe que haya tantos focos en distintos puntos del país?
"Las causas son múltiples, una de las características desde el punto de vista climático es que en toda la parte norte y centro del país hay un déficit de lluvias, desde principios de año, que está generando condiciones extremadamente secas en gran parte del país. Por ejemplo, el río Paraná está registrando una bajante histórica desde hace varios meses", explicó el meteorólogo Leandro Díaz, investigador del CONICET en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera.
Varias provincias como Córdoba se encuentran en la estación seca y este año está siendo una temporada extremadamente seca, con un récord de 130 días sin lluvias. Esto junto con temperaturas elevadas para la época, producto del calentamiento global, favorecen la aparición de incendios.
Pero el clima no es el único factor que explica los incendios. De acuerdo con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el 95% de los focos fueron provocados por intervenciones humanas como fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, preparación de áreas de pastoreo con fuego y abandono de tierras. A esto se suma la ampliación de la frontera agropecuaria sobre los humedales y la deforestación.
"Los cambios en el manejo de los suelos en las actividades que se realizan alteran los ecosistemas que están preparados para este tipo de eventos de sequías, lo que genera que no puedan responder de la misma manera y queden mucho más expuestos ante estos fenómenos climáticos", concluyó el meteorólogo.