Para el director general del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmítriev, se trata de una clara señal de que "los socios occidentales ya aceptan que el enfoque ruso ha demostrado ser el más correcto".
"Recientemente, nuestros socios de Estados Unidos y el Reino Unido criticaron agresivamente a Rusia por registrar la primera vacuna contra el COVID-19 —Sputnik V—, pero unas semanas más tarde el Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la posibilidad de un registro acelerado de la vacuna británica, y dos días más tarde el jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, Stephen Hahn, hizo una declaración similar anunciando la posibilidad de registrar la vacuna antes del final de la fase tres de los ensayos clínicos", destacó Dmítriev a los periodistas.
También señaló que Rusia apoya el compromiso de sus socios de proteger a sus propios ciudadanos que y se compromete a ofrecerles todo el apoyo y la experiencia necesarios para garantizar que los medicamentos contra el coronavirus más eficaces y seguros se aprueben lo antes posible.
Por su parte, Hahn aseguró que está dispuesto a pasar por alto el proceso normal de aprobación para autorizar una vacuna contra el COVID-19 lo antes posible.
En una entrevista con el periódico Financial Times, el jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos afirmó que su agencia estaba preparada para autorizar una vacuna antes de que se completaran los ensayos clínicos de la fase tres, siempre y cuando se creyera que los beneficios superaban los riesgos.
La decisión de Hahn de dar el visto bueno a la vacuna sería probablemente una de las más importantes y delicadas en la historia de la salud pública en Estados Unidos. Tanto China como Rusia han aprobado aceleradamente vacunas sin esperar a la fase tres de los ensayos, pero han sido criticados por la salud pública, incluyendo la de EEUU, que ha advertido que hacerlo podría ser peligroso.