Muchas personas se tatúan en su adolescencia y de adultos ya no se sienten identificados con el dibujo grabado en su piel o necesitan borrarlo por una cuestión laboral. También están los que se realizan un tatuaje y el resultado no es el esperado. Para todos estos casos existen métodos para borrar los tatuajes por completo.
Con ambas técnicas de remoción con láser se obtienen los mismos resultados. La diferencia está en la velocidad del disparo del rayo, siendo el picosegundo un poco más rápido que el Q-switch. Sin embargo, esta última es la más antigua y la más trabajada actualmente en los centros estéticos.
El tiempo de espera entre sesión y sesión se debe a que es necesario aguardar a que cicatricen las ampollas de sangre y tinta que se forman en la piel, por la acción del láser, para poder volverla a herir. La cantidad de sesiones que se requieran va a depender de la persona y del tipo de tatuaje, aunque hay un mínimo de cuatro.
"Depende de la tinta, del color, de si es hecho por un profesional o no. El área del cuerpo también es importante. Los tatuajes que están en el tronco, más cerca del corazón, normalmente requieren menos cantidad de sesiones porque el drenaje linfático es mucho más rápido que el de las extremidades como tobillos y muñecas", concluyó Builes.
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