Los hombres que utilizan sus teléfonos móviles antes de irse a la cama pueden acabar siendo menos fértiles. Y es que exponerse a pantallas que emiten luz por la noche influye en la calidad del esperma, según apunta un estudio realizado por un equipo de científicos del Instituto del Sueño y la Fatiga de Tel Aviv (Israel).
Se descubrió que los hombres que utilizaban más frecuentemente sus teléfonos por las noches tenían una concentración reducida de esperma que también era menos móvil, es decir, tenía una capacidad limitada de fluir correctamente.
La radiación electromagnética por radiofrecuencia emitida por estos dispositivos electrónicos es el factor que se asocia a estos cambios, consideran los científicos. Sube la temperatura del esperma, afectando a su producción, señala el nuevo estudio publicado en la revista Sleep. Y es que para producir esperma de buena calidad los testículos deben mantenerse más frescos que el resto del cuerpo —motivo por el que están separados del torso masculino—.
También los científicos israelíes descubrieron que los hombres que dormían más tiempo tenían mayor número de espermatozoides con mejor movilidad en comparación con quienes no descansaban lo suficiente.
Otros estudios ya han explorado los posibles vínculos entre el uso de teléfonos móviles y la salud del semen. Los investigadores israelíes del centro médico Carmel, por ejemplo, sugirieron que los hombres que hablan por teléfono más de una hora al día son más propensos a tener una concentración anormal de esperma.
Mientras tanto, un estudio realizado por la Fundación de Clínica Cleveland en EEUU concluyó que quienes llevan los teléfonos móviles en los bolsillos delanteros durante más de cuatro horas diariamente suelen producir semen de peor calidad.