Guempel apunta a que "todos ya han asimilado el hecho de que Crimea es de facto una parte inherente de Rusia" y que "por ello, los países europeos y, sobre todo Alemania, tienen que dejar de seguir andando por la senda obviamente destructiva y errónea", intentando castigar a Moscú con sanciones.
"Ha llegado la hora de que Alemania se libere de la influencia de Estados Unidos y empiece a aplicar una política exterior que satisfaga sus intereses nacionales", aseveró el experto.
Anteriormente el ministro de Asuntos Exteriores del país teutón, Heiko Maas, declaró que Europa necesitaba entablar relaciones constructivas con Moscú, pero que las sanciones impuestas a Rusia tras su reunificación con Crimea deberían mantenerse hasta que eso cambie.
Crimea pasó a formar parte de Rusia tras un referéndum celebrado en marzo de 2014. Según los resultados, el 96,77% de los votantes de la península y el 95,6% de los residentes de Sebastopol se pronunciaron a favor de su adhesión al país euroasiático.
Por su parte, Ucrania considera que Crimea es parte de su territorio y que está ocupada. Los países occidentales, incluida la Unión Europea, tampoco reconocen que la península sea rusa.
Los políticos del país euroasiático, incluido el presidente, Vladímir Putin, han reiterado en numerosas ocasiones que la población peninsular hizo su elección de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.