Si bien su negocio de computación en nube está muy por detrás del de Alibaba y Tencent, líderes en este mercado en China, está creciendo rápido pese a las sanciones de EEUU, escribe el periódico Financial Times.
La computación en la nube fue clave para que Huawei pudiese estabilizar la situación en el mercado interno. Eso fue, en parte, gracias a la ayuda prestada por Pekín, que apoyó cada vez más a la empresa concediéndole contratos públicos en este ámbito, comunicó al periódico un representante de un suministrador chino a Huawei que prefirió mantenerse en el anonimato.
"Seguiremos proporcionando a los clientes un paquete de servicios y productos [de nube]. La calidad de los chips [de esta tecnología] puede no ser tan buena como antes, pero para los otros productos que no han sido afectados, ofreceremos algo de una calidad mayor, y los clientes pueden aceptarlo", señaló a su vez otra fuente de Huawei.
El cambio de estrategia fue necesario porque la unidad especializada en la producción de teléfonos inteligentes y otros productos de consumo de Huawei se les había vetado por parte de Estados Unidos el acceso a los chips.
Después de que en 2019 el Departamento de Comercio de EEUU agregase al gigante asiático a una lista negra, donde estaban las empresas con las que las compañías estadounidenses tenían prohibido hacer negocios, muchos fabricantes de alta tecnología del país norteamericano solicitaron licencias temporales que los eximiesen de este veto.
Tales autorizaciones continuaron siendo vigentes incluso después de que en agosto de 2020 Washington adoptase otra medida que prohibió venderle a Huawei cualquier chip diseñado o fabricado con ayuda de tecnología o equipos estadounidenses.
"La regla no tiene efecto sobre las licencias emitidas antes del 17 de agosto", explicó un funcionario del Departamento de Comercio.
Huawei podría usar las unidades centrales de procesamiento producidas por la empresa Intel, que aún están disponibles en el mercado para reemplazar sus procesadores Kunpeng y Ascend. Estos equipos de hardware desarrollados por la empresa china basándose en los diseños de la compañía británica ARM, ya no pueden ser fabricados debido al reciente veto.
"Canales como WPG — mayor distribuidor de semiconductores en Asia — los tiene en oferta. No creo que estas transacciones puedan ser monitoreadas [por Washington] hasta el punto de impedir las ventas a un cliente final, como Huawei" señaló YC Yao, analista de la empresa de investigación Trendforce.