El auto volador de SkyDrive es uno de los innumerables proyectos de esta clase que se están probando actualmente en el mundo. En la grabación se puede ver cómo el transporte aéreo, parecido a una motocicleta con hélices, sube a una altitud de unos dos metros. Se quedó suspendido en el aire durante cuatro minutos.
Tomohiro Fukuzawa, jefe de esta iniciativa codificada como SD-03, espera que el nuevo coche volador pueda convertirse en un producto de la vida real para el 2023.
"De los más de 100 proyectos implementados en el mundo, solo un puñado ha tenido éxito con una persona a bordo. Espero que mucha gente quiera montarse en él y se sienta segura", señaló Fukuzawa en una conversación con la agencia Associated Press.
Ahora, el vehículo aéreo japonés puede volar entre cinco y 10 minutos, pero se espera que este tiempo mejore y alcance la media hora en el futuro, permitiendo a SkyDrive exportarlo a países como China, destacó el experto.
Aun así un prometedor coche volador como este continúa topándose con ciertos problemas que todavía falta solucionar y que obstaculizan su comercialización en masa. Entre ellos, el tamaño de las baterías, el control del tráfico aéreo y otros desafíos relacionados con la infraestructura.
"Tienen que pasar muchas cosas. Si cuestan 10 millones de dólares, nadie va a comprarlos. Si vuelan durante 5 minutos, nadie los adquirirá. Si sufren accidentes de vez en cuando, nadie los va a comprar", señaló Sanjiv Singh, profesor del Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon (EEUU).
El proyecto de SkyDrive arrancó en 2012 como una iniciativa voluntaria que contaba con la financiación de las principales empresas japonesas, incluidos el fabricante de automóviles Toyota, la empresa de electrónica Panasonic y el diseñador de videojuegos Bandai Namco.
Su anterior prueba de vuelo, realizada hace tres años, salió mal. A pesar de ello la empresa ha ido mejorando su aparato, por lo que su esfuerzo le permitió disfrutar recientemente de una inyección de más de 37 millones de dólares que incluyó recursos del Banco de Desarrollo de Japón.