El pasado 24 de agosto, en las redes sociales se hizo viral un vídeo donde se veía a dos agentes de la Policía de Kenosha disparar tiros contra Jacob Blake, un hombre de raza negra, que trataba de sentarse al volante de su vehículo.
Para sorpresa de muchos, Jacob Blake sobrevivió a los disparos aunque este incidente lo dejó paralizado de la cintura para abajo. Como consecuencia, se registraron violentos disturbios y se desplegó a la Guardia Nacional.
Los días posteriores, se declaró el estado de emergencia en Wisconsin tras noches de disturbios y aun así se registró otro tiroteo que dejó víctimas mortales y heridos durante las violentas protestas.
El 26 de agosto, la Policía de EEUU arrestó a un adolescente sospechoso del tiroteo a quien acusaron de homicidio intencional en primer grado.