"A mi modo de ver, nos portamos con mucho mayor contención y neutralidad con respecto a los acontecimientos bielorrusos que otros países, tanto los europeos como EEUU", dijo.
Putin, al mismo tiempo, señaló que Rusia no puede mirar con indiferencia lo que está pasando en Bielorrusia, porque es un país muy afín en los aspectos lingüístico, cultural, religioso y otros muchos.
"Tenemos decenas, centenares o quizás millones de nexos de parentesco directo y la más estrecha cooperación industrial", constató.
"Partimos de que los problemas que han surgido hoy en Bielorrusia deben resolverse de forma pacífica", subrayó.