"Sabemos que Vladímir Putin felicitó a Lukashenko por su victoria en las elecciones, pero creo que luego vio la actitud de la población, vio todas estas manifestaciones en contra. No veo ninguna otra evidencia de apoyo", dijo Tijanóvskaya a la emisora de radio rusa Echo of Moscow.
Afirmó, asimismo, que no hubo ningún intento de representantes rusos de contactar con ella desde las presidenciales bielorrusas del 9 de agosto.
Además señaló que tarde o temprano el pueblo bielorruso obligará a Lukashenko o a sus representantes a comenzar las negociaciones con el Consejo de Coordinación opositor, que se centrarán en celebrar nuevas elecciones presidenciales en el país.
"Esas elecciones serán libres, transparentes, cualquier ciudadano de la República de Bielorrusia podrá participar en ellas", indicó.
Tijanóvskaya agregó que el pueblo bielorruso no confía en Lukashenko y "no quiere verlo entre los candidatos presidenciales" en las posibles nuevas elecciones.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto que revalidaron el sexto mandato del presidente Alexandr Lukashenko, quien permanece en el poder desde 1994.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa, que exige una repetición de los comicios, creó el Consejo de Coordinación con el objetivo proclamado de encontrar una vía para resolver la crisis política en Bielorrusia mediante unas negociaciones con el Gobierno.
Svetlana Tijanóvskaya, a quien la oposición da por ganadora de las elecciones, se vio obligada a abandonar Bielorrusia poco después de la votación y de momento se encuentra en Lituania.