Según han informado investigadores de la Universidad de Hong Kong a la televisión pública RTHK, se trataría de un ciudadano que fue dado de alta tras curarse en abril y que a principios de agosto volvió a dar positivo tras regresar desde España. Se barajó que el paciente podía ser un "portador persistente" y que mantuviera el agente infeccioso en su organismo, pero los científicos certificaron que las secuencias genéticas de las cepas del virus que contrajo en abril y luego en agosto son diferentes.
Además, este descubrimiento podría desdibujar los planes de países como Suecia que han optado por no tomar medidas restrictivas y fomentar la progresiva inmunización de su población al superar la enfermedad.
"El paciente no desarrolló ningún síntoma de su segunda infección, lo que podría indicar que cualquier infección posterior puede ser más leve. Nuestros hallazgos sugieren que el SARS-CoV-2 puede persistir en los humanos, que el coronavirus puede continuar circulando incluso si los pacientes han adquirido inmunidad a través de una infección natural o mediante la vacunación", recuerdan los investigadores de la Universidad de Hong Kong en un comunicado.
Actualmente, se desconoce la duración y solidez de la respuesta inmune que generan las personas que pasan el COVID-19. Motivo por el que se recomienda que los pacientes que hayan superado la enfermedad sigan utilizando la mascarilla y mantengan la distancia social. Además, se recomienda someterse a la vacunación, independientemente de haber padecido o no la infección del virus.