Serrate se refiere a la cantidad de rusos y eslavos que integran la comunidad de inmigrantes en Santa Cruz: "No pasa de las cien personas; en un 90% se casaron con bolivianos que fueron a estudiar con becas a la Unión Soviética, pero estando en Bolivia han hecho su vida, tienen sus hijos y todos tienen pasaporte ruso".
"Son agricultores exitosos, comunidades totalmente cerradas, ortodoxos, incluso hablan entre ellos el viejo idioma ruso. Son muy organizados, producen los productos que comen y visten y se han vuelto colonias muy grandes y exitosas. Se aíslan por su religión pero es gente extremadamente trabajadora. Hoy en día, en Santa Cruz llegan a ser unas 2.500 personas", señaló.
Serrate cuenta además de qué manera el consulado apoya a los integrantes de las colectividades rusas en la ciudad boliviana: "Una de las tareas que hemos estado haciendo es ayudar a que la gobernación de Santa Cruz los contemple como organización productiva, que en el plan de crecimiento y desarrollo de la ciudad planifiquen caminos por los cuales se pueda pasar por sus comunidades, por sus colonias, dado que esta gente tiene que trabajar, producir, y necesitan comercializar, exportar sus productos".
"Generalmente, las celebraciones rusas que se hacen no son con las comunidades de las colonias, sino con la gente rusa que tenemos registrada en la ciudad. Celebramos el Año Nuevo, la llegada de la primavera, el día patrio, y son momentos muy amenos porque todos participan con su música, tocando, bailando, cantando", expresó Serrate.
El cónsul destacó las buenas relaciones comerciales ruso-bolivianas, especialmente a raíz del interés mostrado por una empresa del país sudamericano en producir el Avifavir, medicamento ruso contra el COVID-19.
"La oferta que hizo el laboratorio en Bolivia es importar medicamentos y utilizar el país como un trampolín para distribuir a países vecinos que se interesen. La oferta sería desde Santa Cruz y estamos muy ansiosos como consulado de que una operación de esta naturaleza se pueda realizar, y creo que es viable", apuntó.
"Se ha generado mucho interés en Rusia de buscar relaciones comerciales con Bolivia y estamos avanzando poco a poco para ver cómo podemos exportar granos, como por ejemplo soja, también carne de res y otros requerimientos que Rusia tiene desde Santa Cruz”, contó Serrate en referencia al avance en el vínculo entre ambas naciones.
"Están a punto de firmarse los protocolos y los acuerdos que garanticen la calidad de la carne pedida. Se han hecho inspecciones, verificado los mataderos, los frigoríficos, y ahora estamos esperando que desde Moscú nos den la 'luz verde' para empezar a exportar", afirmó.
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