Los científicos han estudiado el bazo y los nódulos linfáticos de los pacientes fallecidos por COVID-19 y descubrieron que estos carecían de centros germinales, en consecuencia, sus organismos permanecieron indefensos ante el SARS-CoV-2.
Los resultados de este estudio publicado en la revista Cell han demostrado que inclusive en algunos casos, el COVID-19 puede llegar a provocar la producción de un gran número de moléculas de señal denominadas citoquinas en las áreas donde se suelen formar los centros de germinación.
Los especialistas del Hospital General de Massachusetts en EEUU, concluyeron que aquellos organismos con deficiencia de centros germinales son vulnerables a volver a contagiarse a los pocos meses de haber superado al virus y esto puede ocurrir más de una vez.