Los aviones no duran toda la vida. Y por su tamaño, el momento en que las aerolíneas deben deshacerse de ellos siempre es complejo. Por eso existen, generalmente emplazados en desiertos, grandes predios conocidos como "cementerios de aviones", donde las aeronaves descansan y reciben cierto mantenimiento a la espera de que sus motores o partes puedan ser reutilizadas.
Según consigna el sitio de aficionados a los cementerios de aviones (sí, esta actividad también tiene fanáticos) airplaneboneyards.com, los aviones pueden ser mantenidos en estos sitios durante años sin deteriorarse. Uno de los secretos para esto es cubrir los motores y las ventanas de los aviones con un material reflectivo de color blanco, de forma de proteger el fuselaje contra el daño del sol y el viento.
Por eso, las principales aerolíneas del mundo no dudaron en enviar a la mayoría de sus aviones a estos sitios. De acuerdo a las estimaciones, 17.000 aviones de uso comercial dejaron de volar por la pandemia y muchos de ellos fueron a parar estos "cementerios". Mientras algunos volverán a volar apenas la actividad se normalice, otros más antiguos, cuyo retiro del mercado estaba previsto para 2021 como los Boeing 757 y 767 o Airbus A340-600, adelantaron su final.
¿Dónde quedan los cementerios de aviones?

Por la necesidad de contar con grandes espacios, en general desérticos, para esta actividad, la mayoría de los cementerios de aviones pueden encontrarse en Estados Unidos.
El más famoso es el Grupo de Mantenimiento y Regeneración Aeroespacial —AMARG, por sus siglas en inglés—, ubicado en Tucson, Arizona. Conocido popularmente como The Boneyard (El Cementerio), suele almacenar más de 4.200 aviones.
En Europa son conocidos los depósitos de aviones de Teruel, en España, uno de los sitios de almacenaje de aviones más grandes del continente europeo. Según el sitio especializado, durante el verano europeo de 2020 el sitio alojaba a 95 aviones parados, pero mantiene una capacidad para más de 200.
Otra de las referencias en materia de cementerios de aviones es el Aeropuerto de Costwold, en el Reino Unido, que tiene una capacidad para entre 20 y 50 aviones dependiendo de su tamaño.
La pandemia también ha obligado a utilizar aeropuertos activos para depositar aviones. Es el caso de las terminales aéreas de Frankfurt, Copenhague, París, Viena y Londres.