Según los pronósticos, la tormenta solar se producirá entre el 20 y el 21 de agosto con un rango de G1, el más leve de su clasificación, por lo que los astrofísicos no la consideran peligrosa para el planeta o la humanidad.
Los expertos consultados por el medio español ABC explicaron que la Tierra está protegida contra este tipo de fenómenos espaciales gracias al campo magnético que cumple con la función de desviar las partículas dañinas y cargadas del viento solar.
En 1859 se registró la tormenta solar más potente de la historia a la que denominaron evento Carrington, en honor a Richard Carrington que la descubrió. El fenómeno provocó la deformación del campo magnético y generó inmensas auroras boreales.
Los expertos concluyeron que en caso de que el evento Carrington se volviese a repetir en la Tierra, las consecuencias serían graves porque el ser humano es muy dependiente de la tecnología.
"Podrían caer los generadores eléctricos además de afectar gravemente a las comunicaciones y los satélites", explicó Anik de Groof al medio español.