En el centro de la Vía Láctea se encuentra Sagitario A*, un gigantesco agujero negro, rodeado por una enorme nube —o burbuja— de gas interstelar. En 2010, los astrónomos descubrieron estas llamadas burbujas de Fermi y las identificaron como estructuras complejas que ondulan por encima y por debajo del centro de la Vía Láctea y consisten en diferentes gases y rayos gamma.
Sin embargo, recientemente los astrónomos han publicado en la revista Nature que en las nubes de hidrógeno atómico que circulan en el viento nuclear fueron encontrados por primera vez bolas con gas molecular frío, o sea el material del que están hechas las estrellas.
Según los investigadores el centro de la galaxia las "disparó como balas", y no saben cómo lo hizo.
"El viento en el centro de la Vía Láctea ha sido tema de mucho debate desde el descubrimiento hace una década de las llamadas burbujas de Fermi", dice la astrofísica Naomi McClure-Griffiths de la Universidad Nacional Australiana, citada por Science Alert.
Para estudiar las nubes de hidrógeno atómico previamente identificadas en las burbujas de Fermi, los astrónomos utilizaron el radiotelescopio Atacama Pathfinder Experiment (APEX), en el desierto en Chile. Los resultados les asombraron: parece que el gas frío está presente en las burbujas en una cantidad enorme.
"Cuando se expulsa mucha masa, se está perdiendo parte del material que podría usarse para formar estrellas, y si se pierde lo suficiente, la galaxia ya no puede formar estrellas. Así que, poder ver indicios de que la Vía Láctea está perdiendo este gas formador de estrellas es algo emocionante, ¡te hace preguntarte qué va a pasar a continuación!", agrega Naomi McClure-Griffiths a Science Alert.