La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió en su último informe que la región "continúa soportando la carga más alta de enfermedad por coronavirus a nivel mundial con el 55% de los nuevos casos notificados la semana pasada".
"La Región de las Américas tiene aproximadamente el 13% de la población mundial, pero el 64% de las muertes notificadas oficialmente hasta ahora en todo el mundo", alertó la directora de la OPS, Carissa Ettiene.
No se puede decir lo mismo al observar las curvas de muchos de los países de Latinoamérica, donde se concentra el 28,46% de los contagios mundiales, con un total que hasta el cierre de esta edición era de 6.334.204.
Brasil, con casi 3,5 millones de casos, esta semana también superó la barrera de las 112.000 muertes, completando mas de 6.000 en una semana, unos 1.000 muertos por día.
Esta semana, Brasilia también anunció la autorización de test para probar una cuarta vacuna, que en los próximos días podrían ser cinco, si se aprueban las del fármaco ruso Sputnik V.
Sin embargo, lo que comienza a preocupar severamente a brasileños y brasileñas es su manutención.
Según una encuesta de Datafolha, cuatro de cada 10 ciudadanos entrevistados (el 41%) cree que la economía empeorará en los próximos meses; el 29% considera que estará igual que ahora y otro 29% espera una mejora.
El avance de la pandemia también preocupa en Chile, que mantiene el peor ratio de contagio con 20.000 por cada 100.000 habitantes y que esta semana sobrepasó los 390.000 positivos.
No obstante, allí se fuerza un retorno a la normalidad que incluye reducción de los horarios de toques de queda, organización del plebiscito constitucional para dentro de dos meses —con opción de voto remoto para los contagiados de coronavirus— y retorno de la liga de fútbol profesional, a pesar de las fuertes críticas del ámbito académico.
"Yo sé que hay algunas personas que no están de acuerdo con que se reinicie el fútbol, pero nosotros planteamos que llegó el momento de dar ese nuevo paso para que el fútbol vuelva a despertar pasiones, pero con reglas muy estrictas que esperamos se cumplan en forma muy rigurosa", dijo, días atrás, el presidente Sebastián Piñera.
Otros gobiernos que recibieron críticas por su forma de administrar el combate de la pandemia son los de Ecuador, Perú y Paraguay.
En Perú, que está cerca de contabilizar 30.000 muertes y tiene casi 550.000 infectados, la Defensoría envió una carta al presidente Martín Vizcarra solicitando que el Gobierno cambie su estrategia de lucha contra la pandemia del COVID-19 para evitar un escenario peor al actual.
"Si el Estado no reenfoca su estrategia, no vamos a tener 500.000 infectados, sino probablemente 900.000; no vamos a tener 40.000 muertos, sino 80.000", dijo el titular de la Defensoría, Walter Gutiérrez, al diario local El Comercio.
Esta semana, Perú (con 549.321) pasó a México (con 531.239) en cantidad de casos.
Colombia, otro de los países en los que el virus no da tregua, reportó 13.056 casos de COVID-19, una nueva cifra récord que eleva el total de contagios a 502.178 desde que presentó el primer positivo de la enfermedad en el país, el pasado 6 de marzo.
El organismo celebró que haya países que están reforzando las medidas de salud pública en aquellas zonas que registran un aumento en el número de nuevas infecciones, como Perú, República Dominicana, Jamaica, Bahamas, y Trinidad y Tobago.
Una política que, a pesar de la presión que ejercen las propias poblaciones, muchos otros países de Latinoamérica deberían tomar en cuenta.