Una manzana mediana equivale a un trozo de pan de un centímetro de grosor. Por eso los nutricionistas no recomiendan el consumo excesivo de esta fruta a las personas que padecen de obesidad y diabetes, pues consideran a la manzana como un producto bastante calórico porque contiene fructosa que se convierte en sacarosa al pasar por el hígado.
"Las manzanas ácidas generan complicaciones peligrosas en forma de exacerbación de la gastritis crónica. También destruyen el esmalte con la ayuda de los ácidos. Y en general, se recomienda comer dos o cuatro manzanas al día con algunas comidas. Pero después de comer, ¡no con el estómago vacío!", señaló Kalinchev.
Para aquellas personas que padecen de gastritis o que no les gustan las manzanas enteras pueden elegir el puré. Según Kalinchev, las manzanas cocidas con fibra ya destruida también son muy sanas, pues en esta forma no causan la exacerbación de la gastritis crónica.
Las ventajas de comerlas con recomendaciones
Si se consumen las manzanas de manera adecuada se puede gozar de sus propiedades saludables que ayudan al organismo y sobre todo al sistema cardiovascular.
Además, la cáscara de la manzana también es saludable porque contiene propiedades con efecto antiinflamatorio, ayuda a mejorar la digestión y sus vitaminas mantienen un buen estado de la piel, uñas y cabello.
"Las semillas de esta fruta contienen grandes cantidades de yodo. Sin embargo, también contiene ácido cianhídrico [una sustancia capaz de provocar una intoxicación letal]. Se cree que no se debe comer más de tres o cuatro al día", dijo Gusova.