El hielo del Ártico sirve tradicionalmente como una cubierta estratégica para los submarinos rusos y estadounidenses, escribe el medio. Ni los barcos de superficie, ni los aviones antisubmarinos ni otros submarinos son capaces de detectar ni destruir los submarinos escondidos bajo un hielo de dos a cuatro metros de espesor.
Sin embargo, si un submarino intenta lanzar un misil desde debajo del hielo, las consecuencias pueden ser las peores tanto para el submarino, como el misil, advierte el artículo.
"La Armada rusa tuvo una brillante idea: lanzar un misil armado con una ojiva altamente explosiva para hacer un agujero en el hielo a través del cual pueda pasar un misil balístico", explica Forbes. Al mismo tiempo, el sumergible no tendrá que abandonar la zona cubierta por el hielo.
Se trata de unos misiles especiales no guiados reactivos que se desarrollan para los nuevos submarinos nucleares con misiles balísticos de las clases Borei y Yasen de la Armada rusa, precisa el medio.
Los submarinos modernos están armados con misiles de crucero. EEUU ha lanzado repetidamente sus Tomahawks desde submarinos. Los sumergibles rusos ya han lanzado misiles hipersónicos. Aunque estos misiles pueden llevar ojivas nucleares, según la revista, "es más probable que estén armados con unas convencionales".
El Ártico se está derritiendo, y los países como Rusia, EEUU, China y Canadá están esperando que aparezcan nuevas rutas de navegación y se abra el acceso a nuevos recursos minerales. Por lo tanto, "las posibilidades de una batalla limitada por las riquezas del Ártico entre países rivales son cada vez mayores".
"El país cuyos submarinos puedan permanecer ocultos bajo el hielo mientras lanzan misiles antibuque, misiles para atacar objetivos terrestres o los hipersónicos, tendrá una ventaja", concluye la publicación.