"Definitivamente era el siglo XXI cuando me fui a dormir en la noche del jueves, pero el viernes por la mañana empecé a sentirme como si hubiera retrocedido en el tiempo unos pocos cientos de años, a una época de piratería patrocinada por el Estado", señala Lee.
EEUU capturó cuatro petroleros con combustible iraní con destino a Venezuela e incautó el cargamento el pasado 14 de agosto.
📎📸 El Gobierno de EEUU había informado de la detención de cuatro petroleros que supuestamente transportaban gasolina iraní a Venezuela 👇 https://t.co/iW8y8nc4Uu
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 15, 2020
Según el autor, las acciones de EEUU recuerdan a los piratas que atacaban a los barcos españoles que llevaban oro, plata y piedras preciosas del continente americano a Europa en los siglos XVI y XVII.
Entonces, la reina Isabel I de Inglaterra comenzó a emitir licencias a individuos —como Francis Drake y John Hawkyns— para incautar cargamentos en alta mar y compartir las ganancias con la Corona.
"Al igual que los británicos de entonces, Estados Unidos se ha dado el derecho de incautar en alta mar los bienes que creen que pertenecen a entidades que consideran organizaciones terroristas extranjeras", observa Lee.
Según el periodista, la diferencia es que ahora la principal amenaza de los 'piratas' son las sanciones.
"Pero el concepto se ha alterado poco en 440 años: una de las potencias navales del mundo aprueba sus propias leyes que le permiten tomar el tesoro de sus enemigos en el océano", analiza.
El valor total de la carga confiscada por Estados Unidos es de unos 61 millones de dólares. Parte del producto de la venta de combustible se enviará al fondo de Estados Unidos para las víctimas del terrorismo. Casi el 80% del fondo se destina a las necesidades de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, aunque Irán no tiene nada que ver con esta tragedia.
Se supone que los funcionarios de la Administración Trump celebren un evento dedicado a amarrar las naves iraníes en Houston.
El columnista "no pudo evitar pensar en la reina Isabel I que organizó un banquete para Francis Drake en Deptford, en el río Támesis, en 1581, y le convirtió en caballero en la cubierta principal de su barco, el Golden Hind, que acababa de regresar lleno de tesoros españoles".
"Despiértame cuando sea 2020 otra vez", concluye Julian Lee.