Piqué reflexionó en una entrevista relámpago después del partido. "Vergüenza, es la palabra", dijo el defensa catalán cuando le preguntaron sobre cuáles son sus sensaciones tras los 90 minutos de partido.
Sin buscar pretextos ni excusas, el jugador reconoció que es inadmisible competir de esta manera, y recordó que un juego opaco se ha vuelto una tendencia para el Barça.
"No es ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez, nadie es imprescindible", acortó.
Según Piqué, el club necesita cambios profundos en el nivel estructural, sin referirse a algún jugador o técnico en particular. El defensa opinó también que el equipo necesita "sangre nueva" para cambiar las cosas y se ofreció a abandonar el conjunto si es necesario.
El 14 de agosto en Lisboa se celebró el partido de cuartos de final de la Liga de Campeones, donde el Bayern Múnich arrolló al Barcelona, ganándole 8-2.
El equipo culé había terminado la Liga española en segundo lugar y dejado que el Real Madrid se adelantase, teniendo una ventaja después de que reiniciara la temporada.