En abril de 2020 el consorcio alemán presentó su novedosa R 18, la primera motocicleta crucero de BMW producida en serie. Un ejemplar acabó en el taller del diseñador norteamericano Roland Sands, famoso por sus modificaciones de motos clásicas.

Al cabo de poco más de tres meses, podemos contemplar los resultados de su trabajo. Las modificaciones tocaron tanto el exterior como la parte técnica de la moto.
La idea de Sands era crear una versión personalizada a gusto de cada cliente, así que el concepto obtuvo varias piezas desmontables, como un marco extraíble y un asiento nuevo. Los guardabarros delantero y trasero también son de nueva factura para encajar mejor con la visión del diseñador.










La parte delantera tomada de una R nineT ofrece un toque deportivo al nuevo Dragster y, junto con un sistema de frenos delanteros de la superbike S 1000 R, mejoran su rendimiento en carretera.
El mismo Sands relata que al ver la moto de repente pensó en un muscle car, caracterizado por sus rasgos musculosos y agresivos.
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En cuanto al corazón de la moto, el equipo de Sands decidió dejar el propio motor de la R 18, un potente Big Boxer de dos cilindros que fue modificado con un sistema de óxido nitroso. También reemplazó el escape estándar con uno individual de megáfono doble hecho de acero inoxidable.
El R 18 Dragster no está a la venta. Es más un referente de cómo la gente podría personalizar su R 18. Para esto, Sands diseñó una colección exclusiva de piezas de aluminio fresado que incluye carcasas de velocímetro, abrazaderas de manillar, elevadores y puños de manillar, entre otros accesorios.