Cuando llegó la pandemia de COVID-19 a Argentina, el primer dictamen de cuarentena obligatoria del Gobierno no iba a durar, en principio, más de 15 días. Fue entonces que Iván Vignau, a quien llaman Maivan, y Lucio Szteinhendler, amigos desde hace 10 años, decidieron pasarla juntos y tomarlo como unas vacaciones.
A veces, las situaciones extraordinarias como la cuarentena despiertan estrés, malestar y hasta depresión. Afortunadamente, en el caso de estos argentinos, despertó la imaginación y las ganas de compartir lo que hacían con más gente.
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"Somos personas bastante lúdicas. Ya teníamos todos los juegos jugados y no había abierto el bingo. Lo abrimos, jugamos entre los dos, era un aburrimiento. Ya veníamos componiendo música, haciendo videítos y queríamos abrir el juego para hacerlo más ameno. Entonces empezamos a invitar amistades y gustó. Y empezamos a ver que se generaba algo. Era como un recreo en la cuarentena. A la semana siguiente se juntaron 30 personas", contó Lucio al diario argentino Página 12.
El siguiente paso fue contactar a un amigo programador y surgió la página web. En Bingo Pandemia quien quiere jugar se registra, descarga su cartón de bingo, y se conecta vía Zoom para participar con los otros cientos de usuarios los jueves o sábados a la noche.
Cada vez se fue sumando más gente. El encanto del evento va mucho más allá del bingo y cada noche es una fiesta. "Además, hacemos una consigna. El día del amigo fue mostrar una foto de un amigo. Hacemos fiestas temáticas. La gente se disfraza como si fuera una fiesta. Es una actividad en familia. Se preparan. Después hablan, mandan carteles, son protagonistas", explican.
Cada participante tiene, al principio del juego, un momento para presentarse y contar algo. De ahí surgen las mejores anécdotas, aseguran. "Un chico, Sebastián, estaba jugando desde el hospital. Y se estaba matando de la risa en medio de una diálisis. Entonces, todo tiene sentido", recuerda.
Cuando vieron que muchos de quienes se conectaban estaban en pleno día, se dieron cuenta de que la convocatoria había trascendido largamente a Argentina. De los más de 1.000 participantes por encuentro, la mayoría pertenecen a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Rio Negro y Chubut. Sin embargo, cada vez hay más participantes de México, Colombia, Chile y Australia, cuentan.
Después de que termina el juego empieza la fiesta. Con la participación de DJ's invitados, los participantes se distienden, conversan, bailan y, ¡hasta se declaran! "Agus, desde que te vi me encantaste", rezaba un cartel que uno de los participantes decidió mostrar a cámara en uno de los últimos encuentros.
Lo que más les gusta a ellos es la diversidad. "Es lindo ver el menjunje de gente de todos lados. Hay chicos, familias, jóvenes, parejas”, resumen.