"Cuando digo que podemos tener una vacunación inicial en enero no es un análisis crudo del escenario; hay mucha gente diciendo que es demasiado optimismo, eso puede que sea para otras vacunas, pero no para ésta", afirmó.
El Instituto Butantan depende del gobierno del estado de Sao Paulo y llegó a un acuerdo para testar la vacuna de Sinovac en 9.000 voluntarios brasileños y empezar a producirla incluso antes de que esté verificada su eficacia.
El responsable del Butantan aseguró que en octubre Brasil contará con cinco millones de dosis de la vacuna, en noviembre otros cinco y en diciembre cinco más, y a partir de ahí solo faltará el visto bueno de la estatal Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para registrar la vacuna y empezar a vacunar.
Según Dimas, el cronograma contempla que la fase de ensayos clínicos con los voluntarios termine en septiembre, por lo que en octubre o noviembre ya podría conocerse la eficacia, y remarcó su optimismo porque el estudio publicado hasta el momento informó de una inmunidad del 90% de los vacunados.
El responsable del Butantan lamentó que haya personas que tengan dudas de la vacuna por su origen chino: "Eso no tiene el menor sentido (…) China es una potencia mundial en términos de ciencia y tecnología, sólo quien no conoce China lo usa como ideología para desconsiderar (la vacuna)", defendió.
De momento, el Gobierno brasileño tan sólo firmó un acuerdo formal para la fabricación en Brasil de la vacuna elaborada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca; la vacuna china de Sinovac está vinculada a Brasil únicamente a través del gobierno de Sao Paulo.
Covas explicó que esta semana recibirá a representantes del ministerio de Salud, "que sólo ahora se dispuso a conversar" y confió en que el Gobierno central deje de lado cuestiones ideológicas que podrían perjudicar a los ciudadanos.
"Espero que haya juicio suficiente de las autoridades del gobierno federal para no ir por ese camino, sería un desastre; no adoptar una vacuna sólo porque está hecha por el estado de Sao Paulo, porque es china", criticó.
Otro estado brasileño, el de Paraná (sur) anunció que está en conversaciones con las autoridades de Rusia para producir la vacuna Sptunik V contra el COVID-19, la primera registrada en el mundo.