"Nuestra propuesta ha sido clara y concreta: elecciones el 6 de septiembre, no el 18 [de octubre]. En extremo habíamos dicho, consensuaremos una nueva fecha, un término medio, pero hasta la fecha se resisten, rechazan, no aceptan. Por eso vamos a continuar nuestras protestas", dijo el líder sindical Juan Carlos Huarachi.
El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) hizo este anuncio en la madrugada, al retirarse, a la cabeza de una delegación de dirigentes sindicales nacionales, de una larga negociación con el TSE y líderes parlamentarios, con mediación de Naciones Unidas.
Huarachi anunció que la COB no concurriría al encuentro con la presidenta-candidata, con el argumento de que "la pelea" era con el TSE, sumándose a los principales candidatos que rechazaron también la invitación presidencial.
Al encuentro con Áñez solo asistieron otras dos candidatas de partidos menores, el TSE y observadores de la Iglesia Católica y de Naciones Unidas, pero quedaron afuera los presidenciables considerados más importantes, como Luis Arce, los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge Quiroga (2002-2003) y el exlíder cívico Luis Fernando Camacho.
A la cita tampoco asistieron los líderes parlamentarios, militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El TSE y el Parlamento habían acordado en la tarde del 8 de agosto que la fecha definitiva de los comicios sería fijada por una ley, como había pedido el candidato presidencial del MAS, pero esto no convenció a los sindicalistas.
El senador Milton Barón, en funciones de jefe del Senado por la baja médica de la titular Eva Copa, paciente de COVID-19, dijo por su parte a reporteros que creía posible un futuro diálogo con la COB y los sindicatos campesinos y mineros, actores principales de los bloqueos.
"El Tribunal Electoral y la Asamblea hemos acordado ya dos cosas: fijar la fecha mediante una ley y garantizar que esa fecha no va a ser cambiada. Sobre esa base vamos a seguir buscando en los próximos días un acuerdo de pacificación con los movimientos sociales", afirmó Barón.
Fuentes sindicales dijeron que la COB y el Pacto de Unidad de organizaciones indígenas y vecinales emitirían un comunicado "en las próximas horas", fijando nuevas condiciones para resolver el conflicto.
Los bloqueos dificultaban el transporte de insumos médicos, principalmente el oxígeno para hospitales que atienden casos de COVID-19, lo que llevó al Gobierno a amenazar varias veces con una intervención militar.
La COB dijo que instruyó a los grupos de bloqueo que den paso al transporte de insumos médicos y ambulancias y denunció que la escasez de oxígeno en varia regiones era un problema que en realidad se presentaba desde hace por lo menos dos meses.