La Armada rusa planea reforzar su Flota del Ártico con un grupo de rompehielos para 2028

Hasta 1914, Rusia no tenía fuerzas militares en sus costas del norte. Durante la Primera Guerra Mundial, se creó una flotilla del océano Ártico. La URSS continuó reforzando sus costas del norte iniciando una exploración activa y el desarrollo de la región. Eso le ayudó a vencer a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, al recibir ayuda de los aliados por sus puestos del norte, de difícil acceso para los submarinos alemanes.

Hoy en día, más que una importancia estratégica, la región ártica representa uno de los pocos lugares con gran potencial, pero con poco desarrollo económico. Los cambios en las condiciones climáticas en el Ártico han hecho de sus aguas la ruta marítima más corta entre Europa y Asia. Además, la presencia de importantes reservas de recursos, principalmente petróleo y gas, así como una mayor amenaza para la seguridad de esta región geográfica proveniente de EEUU y sus aliados, ha provocado la necesidad de fortalecer la presencia militar rusa en estos territorios.

Es por eso por lo que el país ha decidido reforzar su Flota del Norte con un grupo de naves auxiliares y rompehielos de combate para el año 2028, revelaron fuentes del Ministerio de Defensa, citados por el medio ruso Izvestia.

Actualmente, en los astilleros de San Petersburgo se están culminando dos buques armados de proyecto 23550: Ivan Papanin y Nikolai Zubov, capaces de ejercer como guardacostas, rompehielos y remolcador. Cada uno lleva una amplia gama de sistemas, incluida la artillería, así como helicópteros y botes de asalto. Se prevé que los buques afronten un gran abanico de tareas, como contener el paso no autorizado de buques militares extranjeros en las aguas de la Ruta marítima del Norte. 

A principios de 2020, a la Flota del Norte se unió el barco Akademik Pashin, del proyecto 23130. Este es el primer petrolero construido para la Armada rusa en varias décadas y recibió todo lo necesario para operar en condiciones árticas.

Además, en los astilleros de la ciudad de Vladivostok se construyen dos pequeños buques del proyecto 03182. Se trata de naves multipropósitos que pueden ejercer como barcos de carga, de búsqueda y rescate, así como ayudar a socavar emergencias ambientales. 

Se necesitan también rompehielos convencionales para apoyar el despliegue de barcos y submarinos. El primero de ellos, del proyecto 21180, Ilya Muromets, ya se ha unido a la Flota del Norte. El segundo, Evpatiy Kolovrat, se está construyendo para la agrupación de Kamchatka de la Flota del Pacífico.

Más que eso, en un futuro, la Armada rusa planea desplegar nuevos sistemas de combate robóticos para operaciones bajo aguas del Ártico. Uno de ellos se conoce como Garmonia cuya principal función será la detección y seguimiento de diferentes objetos submarinos. Escaneará los alrededores en búsqueda de lanzamientos de misiles balísticos ajenos, así como de misiles de crucero desde debajo del agua.

Para su despliegue, se están construyendo barcos de la familia 20180. El primero de ellos, el buque oceanográfico rompehielos Akademik Aleksandrov, ya está listo.

El medio concluye prestando especial atención al enfoque integrado del Ministerio de Defensa y el mando de la Armada para resolver determinadas tareas. En el caso del Ártico, se está creando una amplia gama de sistemas que permitirán en un futuro cercano crear un bucle de seguridad integral para estas latitudes. Esta lista incluye sistemas de alerta temprana en la superficie, submarinos y aéreos; la creación de un sistema de defensa aérea y tropas de entrenamiento para operar en condiciones climáticas frías.