Entre el 23 y 24 de mayo de 1819 se inició la Campaña Libertadora de Nueva Granada, emprendimiento militar dirigido por Simón Bolívar para la liberación del Nuevo Reino de Granada —que ocupaba los territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Guayana— del Imperio Español.
El verdadero plan era cruzar la cordillera por otro lugar, que revelaría más tarde para impedir que la información se filtrase, y llegar a Bogotá. Unos 1.200 infantes y jinetes salieron desde la localidad de Mantecal, hoy Venezuela, hacia el suroeste rumbo a Bogotá durante 76 días.
Sin embargo, en cada parada, se iba sumando más y más gente a la marcha. El cruce de la cordillera se hizo por el temido páramo de Pisba, Colombia, cuyo peligroso territorio a más de 4.000 metros de altura hizo que muchos cayeran accidentados.
La Batalla del Pantano de Vargas fue una de las contiendas más recordadas. El 25 de julio el coronel realista José María Barreiro fue derrotado por el ejército libertador aunque los superaba ampliamente en hombres.
En una batalla de aproximadamente dos horas de duración, el ejército libertador venció a los realistas. La Batalla de Boyacá dio fin al dominio español en Nueva Granada, con la toma de Bogotá tres días más tarde.
Poco después se fundó la Gran Colombia, nación creada tras el congreso reunido en la ciudad de Angostura, Venezuela, mediante la Ley Fundamental de la República. Entonces, la Gran Colombia comprendía el territorio venezolano y todo el antes llamado Reino de Nueva Granada. Luego, se adhirieron Panamá (1821) y las provincias de Quito y Guayaquil, actual Ecuador (1822).
La república se mantuvo unida hasta finales de la década de 1820, cuando aparecieron las diferencias políticas entre quienes defendían una visión federalista y los centralistas que llevaron finalmente a la disolución de la Gran Colombia en noviembre de 1831.