El jefe de la misión diplomática bielorrusa Vladímir Semashko fue invitado para una reunión con el vicecanciller ruso Andréi Rudenko.
"Rusia declaró que el arresto de los ciudadanos rusos, realizado bajo un pretexto infundado e inventado, no corresponde al espíritu de las relaciones fraternas de cooperación entre los dos países y sus pueblos", dice el comunicado publicado en la web del organismo ruso.
El texto añade que Moscú "nunca ha intervenido ni planea intervenir en los procesos internos de otros Estados, más aún en Bielorrusia, que es nuestro amigo cercano y socio".
Además, la Cancillería rusa insiste en una investigación imparcial del caso en una cooperación estrecha con Rusia y espera la pronta liberación de los detenidos.
El 30 de julio, Ravkov señaló que en contra de los ciudadanos rusos detenidos fue abierto un caso penal y agregó que, según su información, en Bielorrusia se encuentran otros 200 paramilitares, que supuestamente preparan provocaciones durante la campaña electoral del país.
El Kremlin negó las acusaciones de que Rusia envía a Bielorrusia grupos de "mercenarios" para desestabilizar la situación en el país vecino.
Bielorrusia celebrará elecciones presidenciales el próximo 9 de agosto. La campaña electoral se ha visto enturbiada por la detención de políticos y activistas de la oposición y protestas ciudadanas en Minsk y otras ciudades.