Las cerezas poseen varias propiedades con efectos antioxidantes que son capaces de proteger al organismo de los efectos negativos para la salud que se encuentran en el medioambiente y provocan diversas enfermedades.
"La cereza previene el envejecimiento, yo la llamaría la baya de la juventud. Esto sucede también gracias a los macroelementos como el zinc y el cobre que participan en la síntesis de colágeno, que se pierde al envejecer", dijo Kondratenko.
En una entrevista con el medio ruso Rosbalt, la nutricionista aseguró que este fruto también ayuda a prevenir enfermedades oncológicas y cardíacas. Las cerezas son capaces de reducir el nivel de ácido úrico en el plasma, lo que resuelve los problemas en las articulaciones, y también bajan la presión sanguínea. Además, pueden reducir el nivel de estrés, reforzar la inmunidad del organismo y tienen un efecto calmante.
Además, la nutricionista sugiere consumir cerezas en la primera mitad del día, no con el estómago lleno, de lo contrario podría causar un efecto de fermentación y mucha incomodidad. El exceso de su consumo también puede causar diarrea.
"De las contraindicaciones, yo diría las enfermedades gastrointestinales. No vale la pena consumirlas si las personas padecen de úlceras, gastritis en fase activa, con alta acidez o con diabetes", concluyó la nutricionista.