Este sistema de visión, que roza la ciencia-ficción, es capaz de reducir la carga de trabajo de los pilotos de helicópteros de combate, facilita los intercambios entre los miembros a bordo y contribuye a mejorar los niveles de seguridad. Además, es totalmente intercambiable entre cascos y pilotos al integrarse directamente sobre un casco estándar, lo que permite reducir el número total de equipos necesarios para la flota.De esta forma, resulta fácil y económico de integrar en cualquier aeronave y solo requiere de la instalación en la cabina de una pequeña unidad de control que se conecta con el bus de datos del avión. Además, es compatible con las gafas de visión nocturna en servicio de cada avión.
A pesar de que la compra se efectuó en 2016, no ha sido hasta ahora cuando han empezado a instalarlo en algunas aeronaves. Recientemente, se ha comprobado su eficacia con el primer lanzamiento desde un F-18 del Ejército del Aire de un misil IRIS-T contra un blanco aéreo designado por el Scorpion. Las pruebas realizadas forman parte del Programa CM-08, desarrollado junto con la empresa Thales, para dotar a los aviones F-18 españoles de nuevas capacidades.