"Presentamos esta querella para defender nuestros derechos y reclamar responsabilidades", afirmó en las redes sociales Torrent, que se querelló junto al diputado regional de Esquerra Republicana de Catalunya [ERC] Ernest Maragall, afectado por los mismos hechos.
En el documento presentado en los juzgados de Barcelona, los dos políticos independentistas extienden su denuncia a la empresa israelí NSO Group, creadora del programa espía que se infiltró en sus terminales móviles.
El pasado 14 de julio, Torrent denunció públicamente que su teléfono fue objetivo en 2019 del ataque de un programa de espionaje al que solo tienen acceso los gobiernos, habitualmente los servicios de inteligencia.
"Confirmamos a través de WhatsApp que este software aprovechó la vulnerabilidad para acceder a 1.400 terminales entre abril y mayo de 2019, para espiar más de un centenar móviles de personas de forma abusiva y por motivaciones políticas, entre ellos el mío", explicó Torrent en rueda de prensa entonces.
Además de presidente de la Cámara catalana, el político es una de las caras más conocidas del movimiento político a favor de la independencia de Cataluña.
WhatsApp confirmó que los móviles de Torrent y Maragall fueron intervenidos por Pegasus, que es capaz de escuchar conversaciones, acceder a mensajes, activar el control remoto de cámara y micrófono y hacer capturas de pantalla.
En la querella piden que se tome declaración al exdirector del CNI en 2019, cuando se produjo el supuesto espionaje, y a responsables de NSO Group para esclarecer los hechos y determinar si hubo delito.
Cuando se conoció el supuesto espionaje, Torrent atribuyó el ataque a teléfonos de integrantes de los partidos nacionalistas catalanes a una "guerra sucia" contra el movimiento independentista.
El presidente de la Cámara catalana aseveró que "en España se practica el espionaje contra adversarios políticos" que el Gobierno español "sería culpable de un delito si tenía conocimiento" de los hechos.