Uno de los tripulantes del submarino de ataque rápido nuclear clase Virginia porta un arma que es parecida a un rifle con mira telescópica.
Bravo Zulu, Shipmtes! #USNavy Attack Submarine #USSMinnesota Earns Meritorious Unit Commendation. #SilentService
— U.S. Navy (@USNavy) July 26, 2020
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Sin embargo, al observarlo con cuidado se ve que la mira está montada en el marco con la culata, y un dispositivo cilíndrico delante de ella se parece a la misma mira, solo aumentado una vez y media. Este es un láser de combate B.E. Meyers Glare LA-9/P no letal usado para cegar temporalmente a un enemigo.
Tan pronto como el submarino emerge, un marinero armado con Glare sube al puente con su comandante de la guardia de batalla. Si un nadador o un barco intenta acercarse a un barco con objetivos desconocidos, se envía un destello de advertencia, comprensible sin un intérprete.
Estos dispositivos disparan rayos láser muy potentes y a veces modulados con una precisión milimétrica a grandes distancias. La idea es cegar y desorientar temporalmente a un atacante, o incluso a la óptica electrónica utilizada por una amenaza.
Según el fabricante, el arma puede enviar advertencias a 4 km de noche y a 1,5 km de día. Se puede alcanzar una visión ofensiva a 500 metros para dificultar y prevenir más agresiones.
Por otro lado, es un arma humana. Un telémetro láser integrado detecta la distancia al objetivo y apaga la radiación si hay peligro de dañar la retina del ojo. Tan pronto como el objetivo abandona la zona de peligro, se reanuda la operación del láser. Es importante porque el derecho internacional prohíbe el empleo de cualquier sistema de este tipo que esté deliberadamente diseñado para causar ceguera permanente.
Asimismo, estos cegadores pueden usarse contra los ataques de aviones no tripulados, por que ciegan sus sistemas electroópticos.
La Armada estadounidense ha desplegado estos sistemas en muchos de sus buques, incluidos sus portaviones. No obstante, poco a poco empieza a instalarse un láser mucho más potente y de montaje duro, que tendrá un alcance mucho mayor y una mejor capacidad para cegar la óptica electrónica más avanzada, afirma The Drive. Llamado ODIN, ya se ha desplegado en uno de los destructores de la Armada y estará en siete más en solo tres años, puntualiza el medio.