Los Iskander se utilizarán para defender la costa rusa de embarcaciones enemigas de pequeño y gran porte, así como para atacar a equipos y tropas que en ella desembarquen.
El uso del armamento para estos fines dificultará significativamente los ataques al territorio ruso desde el mar, además de desarrollar el potencial de ataque de la Armada del país, consideran expertos citados por el medio ruso Izvestia.
De acuerdo con fuentes en el Ministerio de Defensa de Rusia, citadas por el medio, en el futuro, esto se convertirá en un ejercicio estándar del programa de entrenamiento de combate de las brigadas de misiles de las Fuerzas Terrestres de Rusia.
Son necesarios pocos minutos desde la detección del objetivo hasta su destrucción por el sistema de misiles Iskander, subrayó Izvestia. Las coordenadas del enemigo se pueden transmitir en tiempo real a través de los canales de los sistemas automatizados de comando y control, así como desde de cuarteles generales de alto nivel.
Estos misiles, cuyo alcance es de 500 kilómetros, son capaces de proporcionar apoyo a los marines rusos utilizando información acerca del posicionamiento de los blancos, proporcionada por la aviación, las flotas, los equipos de reconocimiento y los vehículos aéreos no tripulados.
Rusia concluyó el rearme de todas las brigadas de misiles del país con sistemas Iskander el pasado noviembre. Sus predecesores, los Tochka-U fueron retirados de servicio y transferidos a bases de almacenamiento, detalló Izvestia.
Según el fabricante del Iskander, un complejo completo para una brigada de misiles para las fuerzas armadas rusas consta de 51 vehículos. La unidad es capaz de lanzar simultáneamente 24 misiles. Rusia cuenta actualmente con 12 de estas unidades.
El Iskander ya ha pasado por su bautismo de fuego. Fueron utilizados en ataques contra objetivos de grupos terroristas en Siria. Según el vice primer ministro de Rusia para la Industria de Defensa, Yuri Borísov, durante la operación, el complejo demostró ser un arma muy efectiva, simple y confiable.